Moisés se queda con las ganas de jugar en el Logroñés

El 27 de septiembre de 1993, el Real Zaragoza descartó la cesión al CD Logroñés de Moisés García León, de 22 años y formado en la SD Loyola, cuando ya estaba prácticamente hecha tras el acuerdo que habían alcanzado el jugador y el club riojano. “Es injusto”, declaró entonces el hermano de Edu García, que jugó en el Logroñés a principios de los años 2000, y de Gerardo, que suele hacerlo con la sección de veteranos.

En principio, el delantero no entraba en los planes de Víctor Fernández para esa temporada y, en cambio, Carlos Aimar se lo había pedido a Marcos Eguizábal. “Llevo muchos años (desde 1987) en el Zaragoza”, explicaba, “y tengo la oportunidad de jugar en otro club cuando aquí no la tengo. Lo lógico es que el Zaragoza no se opusiera a dejarme ir a Logroño”. Pero el conjunto aragonés le retuvo, en contra de su voluntad.

Esa temporada, Moisés solo jugó seis partidos de Liga completos y algunos minutos de otros ocho; entre ellos, el disputado por el Logroñés el 16 de abril de 1994, tal día como hoy hace 27 años, en La Romareda (1-1) Por el contrario, metió a su equipo en la final de la Copa del Rey, con un gol de penalti en la prórroga, y con los maños consiguió el título de campeón. Santi Aragón y Andoni Cedrún fueron compañeros suyos.  

“Yo llegué al Zaragoza con 16 años, debuté con 17 en el primer equipo en Primera División y, al poco tiempo, me vi jugando una final de Copa con 21 y con 22 ganando otra”, resumía su trayectoria en el cuadro zaragocista. A pesar de todo, se quedó con las ganas de jugar en el Logroñés, “pero el fútbol es así”. Tras su retirada, fue secretario técnico del Zaragoza (2013-2014) con Suso García-Pitarch como director general.

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Javier Caballero Wangüemert

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