Manel: “Siempre me sentí muy querido en el Logroñés”
¿Qué fue de Manel Martínez, el último ídolo del CD Logroñés, que contribuyó al ascenso a Primera División en 1996 con sus 27 goles? Sigue vinculado al fútbol, a través del área de Captación del Fútbol Base del RCD Espanyol, y recuerda con cariño su paso por aquí entre 1995 y 2000. “Fue la etapa más feliz de mi vida”, me cuenta desde Ripollet (Barcelona). “Siempre me sentí muy querido y valorado en el Logroñés”.
“Soy un privilegiado”, reconoce, pues le gusta la labor de descubrir a los mejores jugadores desde las edades más tempranas y, además, puede hacerlo “en un club que es mi casa”. A continuación, una sonrisa aflora en su rostro cuando surge en la conversación el Logroñés. “Estuve ahí cinco años con éxitos deportivos y personales. No hay nada malo que recuerde de Logroño. Como dice la canción, Logroño es mi pueblo”.
Aquí vino con 21 años, tras formarse en la cantera del CE Sabadell CF, y “el Logroñés me cambió la vida”, señala. “Piensa que era la primera vez que salía del lecho materno para dedicarme al fútbol profesional. Me independicé y el inicio fue espectacular, consiguiendo durante la primera temporada (1995-1996) el ‘Pichichi’ y el ascenso. ¡Qué te voy a contar yo! Los mejores años de mi vida deportiva los pasé en Logroño”.
Hablar con él es un placer, porque siempre tiene palabras de afecto y recuerdo para los aficionados blanquirrojos. “En Logroño estoy como en mi casa. Cuando voy, tengo la sensación de que no pasa el tiempo, porque la gente me sigue demostrando un gran cariño”. ¿Echas de menos al Logroñés?, le pregunto a modo de despedida. “Todos lo echamos de menos, ¿no? Nada va a poder llenar el hueco que dejó”.
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