Juan Fermín Almuiña fue un trotamundos del fútbol, que jugó en quince equipos a lo largo de su carrera, destacando como extremo derecho del CD Logroñés en la temporada 1972-1973 en Segunda División. “No es nada agradable”, me cuenta desde Pontevedra. “Cada año tener que empezar de cero es una locura y si tienes familia, aún peor”. Aun así, piensa que de entre todos los destinos, como en Logroño en ningún sitio.

“Tengo un recuerdo inolvidable de Logroño”, continúa diciendo. “El año que estuve en el Logroñés fue maravilloso, aunque se pensaba una cosa (el ascenso a Primera) y salió todo lo contrario (el descenso a Tercera). Después de tantos años, aún no lo entiendo con el equipo que teníamos (entrenado al inicio de la temporada por Carmelo Cedrún y, desde octubre de 1972, por León Lasa). Hoy en día, me sigue doliendo”.

Natural de Ribadavia (Ourense), vino procedente de la SD Compostela con fama de goleador y, en la segunda vuelta, se convirtió en titular indiscutible, siendo el segundo máximo realizador con seis tantos, por detrás de Tinín (ocho). Tras el descenso, el 21 de mayo de 1973, fichó por el Sevilla FC por 1.750.000 pesetas (10.517,71 euros). “Ahí estuve tres años y la experiencia fue malísima”, admite. “El calor acabó conmigo”.

A partir de 1976, fue rodando de equipo en equipo (Pontevedra, Lugo, Ibiza, Lorca, Badajoz, Ceuta y Compostela de nuevo), hasta que colgó las botas en Monforte de Lemos (Lugo) a los 36 años. Desde entonces, vive en Pontevedra: “una ciudad muy cómoda para vivir y disfrutar”, como Logroño. Ejerce de comercial desde hace más de 30 años “y todavía sigo trabajando en Radio Pontevedra en publicidad”, concluye.