El 23 de febrero de 1972, tal día como hoy hace 50 años, el entonces Príncipe de España, luego Rey y hoy Rey Emérito, don Juan Carlos, recibió la insignia de oro y brillantes del CD Logroñés de manos de su presidente, Cesáreo Remón, “en un gesto espontáneo” de este, según la prensa de la época, durante la audiencia concedida en el Palacio de la Zarzuela a la corporación del Ayuntamiento de Logroño.

“Mi padre era concejal”, me cuenta su hijo, César Remón, “y se saltó el protocolo para entregársela”. Fue un bonito gesto que tuvo hacia el final de la recepción. Muy pocos habían reparado en que llevaba la insignia en la solapa de su chaqueta y nadie se esperaba que fuera a quitársela para dársela al Príncipe. “La recibió complacidísimo”, según el diario ‘Nueva Rioja’, “ganándose así un gran socio de honor”.

Cesáreo Remón fue elegido presidente blanquirrojo el 22 de mayo de 1968 y, un año y medio después, concejal, siendo alcalde Víctor Lerma. “Mi padre se metió en el Ayuntamiento para sacar dinero para el Logroñés”, me dice su hijo. Mirando las fotos de la audiencia con el Príncipe se ve entre ellos a Juan Jimeno (vestido con el uniforme del Movimiento Nacional), que era también miembro de la corporación.

Cuando Cesáreo Remón volvió a tomar las riendas del club el 30 de junio de 1978, echó mano de él y le nombró vicepresidente, compatibilizando los dos ambos cargos. Al convocarse elecciones municipales en 1979 para renovar la corporación, al presidente le preguntaron si deseaba seguir de concejal. “A mí me gusta mucho el deporte y creo que el deporte y la política no pueden ir unidos”, dijo.