Me entero a través de Felipe Royo de que mañana se retira del fútbol con 36 años Javier López ‘Lopo’, hijo del destacado jugador del CD Logroñés José Alberto López Pérez (1986-1992) y que también fue blanquirrojo, contribuyendo al ascenso a Segunda División B en 2006. “Nunca he sentido la presión de ser el hijo de López Pérez”, me cuenta, “sino orgullo de que fuera quien es y jugara en Primera con el Logroñés”.

Lleva catorce temporadas en el CD Berceo (2008-2022) y “siempre tenía claro que quería colgar las botas en La Isla”, sigue diciendo. “En estos momentos (previos al partido del domingo ante el Yagüe CF) me pasan por la cabeza un montón de recuerdos, pero el principal sentimiento es de alegría de lo vivido. Yo vine al Berceo con 22 años y no sabía que aquí me iba a cambiar tanto la vida”, manifiesta sin ocultar su felicidad.

Nació en Elche (Alicante), mientras su padre jugaba ahí, y para los seis meses ya estaba aquí con su familia, tras el fichaje de López Pérez por el Logroñés, donde enseguida se convirtió en un jugador muy querido. “Llevo 32 años jugando”, relata. “Lo he mamado en casa. Mis padres siempre me han animado a hacer deporte y empecé con cuatro años. Nunca he vivido de esto, pero me lo he tomado siempre muy en serio”.

Al echar la vista atrás recuerda: “Metí el primer gol del CD Varea en División de Honor Juvenil y, siendo juvenil nacional, Peio Aguirreoa me hizo debutar con el Logroñés en Segunda B la temporada 2003-2004. Luego, subí con el Logroñés a Segunda B en 2006 y con el Berceo de Regional a Tercera en 2017”. ¿Y ahora qué?, le pregunto. “Pues”, dice sonriente, “ahora me toca pasar a veteranos: ¡los domingos, a las 9.00!”