Unzué cautiva en Logroño con sus enseñanzas de vida
Impresionante testimonio de vida el que ayer dio el exportero y exentrenador de fútbol Juan Carlos Unzué, afectado por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en el Edificio de Enfermería de la Universidad de La Rioja ante un centenar de personas, entre ellas el exjugador del CD Logroñés Pedro González, con quien coincidió en el Sevilla FC entre 1994 y 1996 y con el que mantiene una gran amistad desde entonces.
“Nunca me hubiera imaginado que podría ser feliz sentado en una silla de ruedas”, reconoció durante la charla, organizada por la Universidad en colaboración con la Caja Rural de Navarra, antes de añadir: “Y lo soy, porque me sigo sintiendo útil, pues”, a raíz de que hace casi dos años fuera diagnosticado de ELA, “he conseguido darle un sentido a mi vida diferente”, dejando atrás sus éxitos en los campos de fútbol.
Desde junio de 2020, se dedica a hacer visible la ELA y, ayer, vino aquí a reclamar la creación de una asociación en La Rioja que aúne esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los afectados y ayudar a sus familias, “porque es la única comunidad que no tiene”. “La ELA no espera. La ELA se lleva cada día a tres compañeros”, apuntó. En España, hay unos 4.000 enfermos, con una esperanza de vida de entre tres y cinco años.
A sus 55 años, Unzué se mostró tal y como es, siempre con una sonrisa en la boca, y cautivó al auditorio con sus enseñanzas de vida, a través de la “actitud positiva y vital” que le caracteriza. Tras un largo turno de preguntas del público, se marchó de Logroño “con la mochila llena de cariño” y dejando un mensaje que emociona: “La vida merece la pena vivirla y disfrutarla, incluso cuando las cosas se están derrumbando”.
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