El pintor y político Miguel Ángel Ropero, que fuera consejero de Cultura y Deportes del Gobierno de La Rioja en los años 90, cuando el CD Logroñés jugaba en Primera División y nunca le faltó su aliento, ha muerto hoy a los 81 años en Santa Lucía de Ocón. En aquel tiempo, el  Gobierno descartó entrar a formar parte del capital social del club, pero le apoyó adelantando el dinero del patrocinio de cuatro temporadas.  

Nació en Logroño el 19 de octubre de 1940 y dejó colgados sus estudios de Derecho para presentarse a unas oposiciones y poder dedicarse a la pintura. Funcionario del Cuerpo Nacional de Policía desde 1963, tuvo un gran prestigio como pintor en los años 70 y los 80, con un estilo muy personal. Se enroló en la actividad política en 1979, a través de UCD y, después, del PR, desempeñando cargos relacionados con la cultura.

Fue concejal de Cultura y Festejos (1979-1983); consejero de Cultura y Educación (1982-1983) y de Educación, Cultura y Deportes (1983); director general de Cultura (1987-1989) y consejero de Educación, Cultura y Deportes (1989-1991) y de Cultura, Deportes y Juventud (1991-1995). Trató de impulsar la creación de la Federación Riojana de Fútbol y dio los primeros pasos para la construcción del Palacio de Deportes.

Era consejero cuando el Logroñés tuvo que transformarse en sociedad anónima deportiva en 1992. “Me han dejado solo”, clamó el presidente Marcos Eguizábal y el Gobierno debió salir en su auxilio para evitar el descenso a Segunda B. Entonces alguien tuvo la idea de adelantarle los 200 millones de pesetas del patrocinio hasta la temporada 1995-1996, a cambio de que él mantuviera el club en La Rioja. Descanse en paz.