El 18 de junio de 1985, a sus 28 años y tras quince temporadas jugando en el CD Logroñés, nueve de ellas en el primer equipo (1976-1985), con el que ascendió a Segunda División B en 1978 y a Segunda en 1984, Paco Sanz recibió la baja. “Sorprendente”, a juicio del informador deportivo Tomás Santos. Un mes después, el 21 de julio, fue presentado como nuevo jugador del CD Calahorra, de Tercera, en el que se retiró.

“Estoy decepcionado y triste”, le contó a Chus Toledo, del diario ‘El Correo’, tras su salida del Logroñés, pues le habría gustado colgar las botas en el equipo de toda su vida. El entrenador Delfín Álvarez no contaba con él “para titular fijo” y el club que presidía Joaquín Negueruela le ofreció “menos que hace ocho años”: 800.000 pesetas frente a 1.800.000 que cobró tras conseguir la permanencia. “Es ridículo”.

La verdad es que no tuvo mucha suerte en el Calahorra. La temporada de los rojillos fue “nefasta”, en opinión del periodista Chema Losantos. “La peor desde hacía muchos años”, con tres entrenadores (Manolo de Médicis, José Ángel Bañales y José Luis Arévalo), “falta de sueldos desde enero” por problemas económicos y último clasificado, junto a la AD Noáin, con 26 puntos, aunque, afortunadamente, no hubo descensos.

El 1 de septiembre de 1985, tal día como hoy hace 38 años, debutó con el Calahorra en Liga frente a la Peña Sport FC (2-2) y marcó de cabeza el gol del empate. En total, disputó treinta partidos con la camiseta rojilla y metió seis tantos, pero esa temporada fue “un desastre”, según sus propias palabras, y decidió pasar de pantalla, haciéndose instructor de juveniles ese año 1986 y, luego, entrenador regional de fútbol (1987).