Nacho Martín, que fuera una de las figuras del CD Logroñés en Primera División (1987-1994) y, luego, entrenador interino en su última temporada en la élite (1996-1997), vuelve a los banquillos. El Racing Rioja CF (13º clasificado de Segunda Federación, a tan solo un punto del descenso) ha anunciado hoy su contratación, en sustitución del destituido Iván Agustín, con el propósito de “escalar puestos en la tabla clasificatoria”.

Es “un hombre de casa”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos, que, tras la destitución de Miguel Ángel Lotina como entrenador del Logroñés en 1996; a continuación, de la del uruguayo Liber Arispe y, más tarde, de la de Víctor Muñoz a caballo entre 1997 y 1998, “tuvo que lidiar con la más fea”, haciéndose cargo de la plantilla por poco tiempo cuando era el segundo entrenador, “y cumplió con creces su misión”.

Con anterioridad, había dado la talla como jugador, siendo el segundo que más partidos disputó con el Logroñés en Primera (197), tras Juan Carlos Herrero. Aquí vino con 18 años procedente del CD Berceo. Era el que tenía “más porvenir”, en opinión del entrenador José Ramón Fuertes, y decidió volar más alto, descartando continuar aquí en 1982. “Prefiero jugármela”, dijo. Se arriesgó y acertó plenamente. Luego, volvió en 1986.

El Logroñés hizo un buen negocio con él. “Lo vendimos dos veces”, me contó en su día Manolo Rojas, que fuera vicepresidente con Cesáreo Remón en 1982. “Lo vendimos al FC Barcelona y, simultáneamente, al Real Murcia CF, a través de un agente que no estaba legalizado. Cobramos dos veces por él. Después, hubo que arreglar eso y devolver parte del dinero”. Son historias que avivan la leyenda del expresidente.