Cuando Luis Suárez y Garrastachu andaban a la greña
La muerte de Luis Suárez, leyenda del fútbol español y Balón de Oro, acaecida ayer en Milán (Italia) a los 88 años, me trae a la memoria la agria polémica que, siendo seleccionador nacional, tuvo con el presidente de la Federación Riojana y entonces jefe de la delegación, Ernesto Garrastachu, durante el Mundial de Italia de 1990, en el que España fue eliminada en los octavos de final frente a Yugoslavia (1-2).
Durante la concentración en el complejo turístico-deportivo Green Club Riviera, en Magnano, en Piamonte, volaron los cuchillos entre ellos. El 7 de junio de 1990, tras aplazar el seleccionador de forma unilateral la cena de confraternización prevista ese día entre futbolistas y periodistas españoles, asistió a otra con medios de comunicación italianos. Algo que irritó a los informadores españoles, al considerarse “discriminados”.
Preguntado por ello, Garrastachu cargó todas las culpas sobre el entrenador: “Solo Luis Suárez sabía que esta gente iba a venir a cenar”. “Creía que se lo había dicho”, replicó el seleccionador; “con todo lo que tenía en la cabeza, se me olvidó”. La eliminación de la Selección Española “dejó mal sabor de boca”, según el periodista Alfredo Relaño, y, desde luego, no contribuyó en nada a reducir el abismo entre ambos.
A su regreso, Luis Suárez dijo que “todo el mundo comete errores; lo que yo no hubiera hecho nunca es decirlo públicamente, como hicieron ellos”, echando más leña al fuego, mientras Garrastachu trataba de apagar la polémica: “A ver si serena el ánimo de una vez”. Años después, recuerdo haberle visto en Estella (Navarra) el 15 de agosto de 1994 cuando dirigía al Albacete Balompié y jugó contra el CD Logroñés.
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