Sarabia, cambiado a la media hora: “En mi vida...”
El Palacio Euskalduna de Bilbao acogió ayer un homenaje al equipo del Athletic Club que ganó dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España en los años 80, del que formaba parte Manu Sarabia. “Un talento superlativo del fútbol”, en opinión del historiador y escritor Ángel Iturriaga; “un jugador dotado de una zurda de seda y de una gran creatividad”, que jugó sus últimos años en el CD Logroñés (1988-1991).
“Me hubiera gustado terminar mi vida deportiva en el Athletic”, admitió a su llegada a Logroño el 18 de julio de 1988, pero el entrenador inglés Howard Kendall no contaba con él “y no hubo más que hablar”. Aquí entró con mal pie y tuvo hasta cuatro lesiones, pero consiguió darle la vuelta a esa situación en su segunda temporada y “cortó orejas y rabo en Las Gaunas”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos.
“Fue volver a disfrutar otra vez del fútbol y hacer disfrutar a la gente del fútbol”, explicó en su despedida. “El año que hicieron Quique Setién y Sarabia fue espectacular”, destacó Miguel Ángel Lotina en el diario deportivo de Galicia ‘DxT Campeón’ en 2021; “teníamos una calidad tremenda”. En esas circunstancias, renovó por una temporada, que, a sus 33 años, se le hizo “cada vez más díficil y muy dura” con David Vidal.
Y es que no le dio oportunidades e incluso recuerdo que le cambió a la media hora de juego en Burgos el 30 de septiembre de 1990. “Nunca me había pasado en mi vida...” Entonces se enfadó con el míster y le pidió explicaciones el 1 de octubre. El periodista Jorge Alacid contó que los gritos se oyeron desde fuera del vestuario. “Cada vez que no he jugado, he pensado que el entrenador se equivocaba”, dijo en su adiós.
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