Hoy es la festividad de la Virgen del Pilar y me viene a la memoria que justo hace cuarenta años, el 12 de octubre de 1983, el CD Logroñés se enfrentó al Real Zaragoza en Las Gaunas en el partido de ida de la segunda ronda de la Copa del Rey, que terminó con el resultado de 1-4 a favor de los aragoneses, después de que Lotina adelantara a los blanquirrojos en el marcador con un gol de los que hacen época.

Fue un partido inolvidable para quienes lo vimos, porque por aquel entonces el Logroñés jugaba en Segunda División B (4º clasificado), mientras que el Zaragoza estaba en Primera (el 7º) y venía de derrotar al Real Madrid CF en La Romareda por 3-1 con jugadores como Señor o Valdano. Además, la temporada anterior, los blanquirrojos le habían eliminado en la segunda ronda de la Copa del Rey en los penaltis.

Hubo un ambientazo en las gradas, con algo más de cuatro millones de pesetas de recaudación (24.040,48 euros), y el partido no defraudó las expectativas. Lotina marcó un “precioso gol”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos, en el minuto 13, después de que el árbitro aplicara la ley de la ventaja tras una entrada de Salva. Euforia en Las Gaunas, hasta que en cinco minutos el rival lo sentenció (1-3).

“El Logroñés ha salido a por todo y con el ambiente a su favor”, declaró el entrenador del Zaragoza, Leo Beenhakker, al término del encuentro. “Mientras que el del año pasado salía a no perder, el de este sale a ganar. Me gusta mucho el Logroñés; tiene ritmo, entusiasmo, alegría”. “Había que intentarlo”, comentó el técnico local, Delfín Álvarez, más que satisfecho. Han pasado cuarenta años y todavía se recuerda.