Víctor Muñoz dura tres meses y medio en el Logroñés
Hoy ha comenzado la carrera electoral hacia el 28 de mayo y, días atrás, saltaba la noticia en Zaragoza, donde la candidata del PP a la alcaldía, Natalia Chueca, recibía el apoyo de su tío: el exfutbolista y entrenador Víctor Muñoz, que dirigió al CD Logroñés la temporada 1997-1998, con la vista puesta en un rápido regreso a Primera División y que, sin embargo, fue destituido en diciembre siendo el penúltimo clasificado.
Ver su imagen me ha hecho refrescar la memoria. Tras el descenso del equipo a Segunda “por méritos propios”, según el vicepresidente Jesús Vicario, el club pensó en él como entrenador y “Chuchi Aranguren, la alternativa, si el aragonés fallaba a última hora”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos. El 23 de junio de 1997, fue presentado con la expectativa de “volver a Primera lo antes posible”.
Venía procedente del RCD Mallorca, del que le echaron siendo líder de Segunda y con el que “solo perdió ocho de los 55 partidos que disputó”, según el periodista Chema Glera. Aquí iba a hacer “un equipo ganador”, pero necesitó doce encuentros (diez de Liga y dos de Copa del Rey) para conseguir su primera victoria. El 12 de noviembre de 1997, ya era colista tras perder en Pamplona (1-0) y saltaron todas las alarmas.
“Son tantas las jornadas caminando por el precipicio, que más de uno va a terminar, y antes de navidades, en el fondo del barranco”, escribió Tomás Santos en aquellos días y acertó de pleno. El 18 de diciembre de 1997, Víctor Muñoz fue cesado, porque, según el periodista Jorge Alacid, “en menos de cuatro meses, (el equipo) pasó de soñar con el ascenso a Primera a tener metido en el cuerpo el miedo al descenso a Segunda B”.
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