Merecido homenaje del fútbol extremeño a Adolfo
La Federación Extremeña de Fútbol rindió ayer en Mérida un merecido homenaje a Adolfo Muñoz, que fuera jugador del CD Logroñés desde 1986 a 1990, por su larga carrera como entrenador de equipos de Extremadura, como el CD Badajoz, con el que consiguió el ascenso a Segunda División B en 2010; el CF Villanovense, el Extremadura UD o el CP Cacereño, al que hizo campeón de la Liga de Tercera en 2017.
Junto a él, la federación también reconoció en el transcurso de su asamblea general a otras “figuras de dilatada trayectoria en el fútbol extremeño, muchas de ellas desconocidas para el gran público”, según destacó su presidente, Pedro Rocha, pero imprescindibles para que todo funcione. “Vosotros sois los verdaderos protagonistas del fútbol. Gracias a personas como vosotras, los clubes salen adelante”, dijo.
Tras su retirada como jugador en 1992, una vez conseguido el ascenso con el Cacereño a Segunda B, Adolfo comenzó a entrenar al equipo de su localidad natal, Pueblonuevo del Guadiana (Badajoz), y a otros de la provincia. El 23 de mayo de 2010, alcanzó la cumbre de su carrera cuando subió al Badajoz a Segunda B; luego, logró mantenerlo la temporada siguiente. También dirigió al Villanovense en Segunda B.
Está considerado por la prensa extremeña como “un entrenador de carácter exigente, muy comprometido y con gusto por el buen juego, a través del fútbol ofensivo y asociativo”. “Un entrenador ganador” y “muy cercano a los jugadores, por los que siempre da la cara”. En 2019 dejó los banquillos por motivos personales, a pesar de tener sobre la mesa una oferta de renovación del Cacereño. Ojalá vuelva pronto.
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