¿Es posible eliminar a un equipo de Primera División de la Copa del Rey siendo de inferior categoría? El CD Logroñés ya dejó clara la respuesta en 1980, cuando tumbó a la UD Salamanca (el 13º) y soñó con  dar la sorpresa ante el líder Real Madrid CF en octavos de final, estando en Segunda B. Ya en Segunda, hace 37 años, el 8 de enero de 1986, estuvo   a punto de dejar en la cuenta al Real Racing Club de Santander (el 15º).

El partido de ida de la cuarta eliminatoria, disputado en Las Gaunas el 11 de diciembre de 1985, había terminado con las espadas en alto y con todo por decidir, tras el empate a un gol logrado por los blanquirrojos. El Logroñés no pasaba entonces por un buen momento y los aficionados estaban comenzando a cuestionar la labor del entrenador Delfín Álvarez, pero la esperanza es lo último que se pierde.

Los jugadores viajaron a Santander con los nombres de los equipos de Primera eliminados en la tercera ronda de la Copa del Rey en la mente: Real Sporting de Gijón (el 5º), Real Valladolid CF (7º), Real Betis Balompié (8º), Real Sociedad de Fútbol (9º) y Cádiz CF (11º). “Una escabechina”,  a ojos de la prensa, que animaba a soñar con la hazaña, a pesar de la baja de Abadía, con rotura del quinto metatarsiano del pie derecho.

El Logroñés encajó un gol en el minuto 23 del partido de vuelta, pero consiguió forzar la prórroga, tras poner la igualada en el marcador Melo a falta de cinco minutos. Todo parecía demasiado bonito, hasta que, nada más comenzar el periodo suplementario de juego, Bernard les despertó del sueño a los blanquirrojos. Luego, en los últimos compases del encuentro, Isidro marcó el tercero y el Logroñés tuvo que decir adiós.