El uruguayo Rubén Sosa fue “el fichaje estrella del CD Logroñés en su última temporada en Primera División”, en palabras del periodista Pepo Lumbreras, “pero tardó muchos meses en ponerse en forma” y hubo que esperar dieciocho partidos de Liga para ver su primer gol como blanquirrojo. “Suelo marcar entre doce y quince tantos por temporada”, dijo en su presentación el 16 de julio de 1996, pero aquí no pasó de siete.

A sus 30 años, Rubén Sosa vino procedente del Borussia Dortmund, campeón de la Bundesliga alemana, “con muchas ganas y dispuesto a marcar goles para el Logroñés”. De hecho, en la pretemporada, logró dos tantos en su estreno en Estella (Navarra) frente al CD Izarra (0-4) el 11 de agosto de 1996. Eso hizo concebir esperanzas a los aficionados que luego se vieron defraudadas porque no llegaban los ansiados goles.

“La verdad es que no estoy contento”, reconoció el 15 de octubre de 1996 ante la falta de oportunidades del entrenador Miguel Ángel Lotina. Estaba “triste” porque solo le daba “45 minutos” y encima “cada quince días”. Además, “se oyen rumores de que estoy gordo. ¡Qué gordo, si estoy por debajo de mi peso! Trabajo como todos y quiero jugar, tengo ganas..., pero si no me dan una oportunidad, no puedo hacer nada”.

“Su calidad se vio muy tarde, con el equipo en puestos de descenso”, según Pepo Lumbreras. “Apostaron por mí y no pude ayudar al equipo todo lo que hubiera deseado”, declaró la estrella del fútbol uruguayo al diario ‘AS’ en 2014. “Me quedé con mal sabor de boca, a pesar de que jugué 35 partidos de Liga y marqué siete goles. Me encontré un equipo muy joven y no pudimos mantenerlo en Primera”, reconoció con tristeza.