José Ignacio de la Torre fue un futbolista riojano de los años 40, que destacó en el CD Logroñés en Tercera División como “delantero centro de valía”, según la prensa, hasta el punto de que fue requerido para hacer una prueba con el Real Madrid CF en octubre de 1946 y, luego, fichó por el RC Deportivo de La Coruña de Primera. Ya en los años 50, fue concejal del Ayuntamiento de Alfaro y quien descubrió a Gorgorito.

Natural de Alfaro (1922-2004), era hijo del acreditado industrial Andrés de la Torre. Se formó en la cantera del CD Alfaro y jugó en el CD Tudelano y el CD Sabadell, con el que se proclamó campeón de la Liga de Segunda y subió a Primera en 1943, antes de recalar en el Logroñés por primera vez en 1944. Tras su paso por el Deportivo (ocho partidos y siete goles en la máxima categoría), colgó las botas aquí en 1949.

Solía jugar en el centro del ataque y tenía fama de delantero goleador, pero en La Coruña lo hizo con bastante solvencia en el puesto de interior derecha. Era un “rematador fácil y potente”, según el periódico ‘El Ideal Gallego’, que “sabía servir la pelota con precisión y cambiarla a la banda contraria, manejaba la cabeza con destreza, no rehuía el choque y, pese a su abundancia de grasa (sic), no acusaba pesadez”.

Una vez retirado del fútbol, fue nombrado concejal el 25 de noviembre de 1951 y contrató por primera vez en La Rioja a la compañía de marionetas de Maese Villarejo, creador de Gorgorito, para las fiestas de agosto de Alfaro, hace más de 70 años. Entonces le dijeron que el espectáculo era “un exitazo” en Madrid y allí donde iba, y tenían razón. Aquí también gustó la canción del “té, té, té, té, chocolate y café”.