Desde que ascendió el CD Logroñés a Segunda División B en 1978, siempre había habido, al menos, un equipo riojano en las tres principales categorías del fútbol español. El reciente descenso de la SD Logroñés a Segunda Federación y el fallido ascenso de la UD Logroñés a Primera han empujado el fútbol a una situación insólita en La Rioja, que refleja su ocaso tras estos 46 años. Nunca había estado tan mal como ahora.

‘La Rioja, única comunidad sin equipos en las tres principales categorías’, titula hoy el periódico ‘El Día de La Rioja’ en su portada, bajo el comentario ilustrativo de ‘fracaso colectivo’. De los 82 equipos que integrarán la temporada 2024-2025 la Primera División (20), la Segunda (22) y la Primera Federación (40), ninguno será riojano. Hay que remontarse hasta 1978 para encontrar una situación similar a la actual.

Por aquel entonces, tras cinco temporadas en Tercera, el Logroñés tenía miras altas. El presidente José Luis Lázaro prometió “conseguir lo mejor” al presentar la plantilla el 18 de julio de 1977 y, a falta de un partido para el final, se logró el ascenso “sin mucha brillantez si se quiere”, a juicio del informador deportivo Jesús Manuel Fernández, “pero a base de una regularidad que en una competición de 38 partidos es fundamental”.  

El ascenso del Logroñés a Segunda B en 1978 cambió el horizonte del fútbol en La Rioja, aunque verdaderamente el que resultó decisivo fue el de 1984 a Segunda con el famoso gol de Pita, porque en tres años, con poco dinero y mucho entusiasmo, el equipo consiguió subir de Segunda B a Primera y, luego, lo que era más difícil, mantenerse en la máxima categoría durante nueve temporadas, con Marcos Eguizábal al frente.