Hoy es 9 de junio, el Día de La Rioja, y deseo destacar la extraordinaria labor que realizó el CD Logroñés a lo largo de su andadura (1940-2009) para “airear el nombre de La Rioja por todos los lugares”, tal y como dijo el presidente Marcos Eguizábal en 1988. Una tarea que, en mi opinión, no fue reconocida como se merecía, pese a que, en palabras del capitán Nacho Martín, “el Logroñés puso a La Rioja y a Logroño en el mapa”.

A pesar de ello, el nombre de La Rioja no se vio en las camisetas del Logroñés hasta el 21 de agosto de 1988 en un partido de pretemporada disputado en Alberite (0-3) con motivo de la inauguración del campo Marino Sáenz Andollo, cuando jugaban en el equipo Herrero, Martín, Abadía o López Pérez, entre otros. Un partido que vieron desde la grada Ruggeri y Alzamendi, recién llegados a La Rioja tras su sonado fichaje.

Todo aquello fue posible a raíz del acuerdo de patrocinio suscrito con el Gobierno de La Rioja, siendo presidente Joaquín Espert, bajo el lema ‘La Rioja Calidad’. El logotipo, obra de Santiago Alegría, de la agencia de publicidad ‘Nueva Imagen’, no pasó la criba de la Federación Española de Fútbol por superar en 68 centímetros el espacio que debía ocupar (100 centímetros) y tuvo que ajustarse a las medidas requeridas al efecto.

A lo largo de esos años, el logotipo de las camisetas fue cambiando, pero el patrocinador y el lema se mantuvieron hasta los años 2000, de forma que al Logroñés siempre se le conoció como “el simpático equipo representativo de La Rioja”, como ya se le llamaba en la prensa en 1950. Pienso que este club hizo más por dar a conocer la región que cualquier campaña de promoción que se habría hecho. ¡Feliz Día de La Rioja!