El 8 de marzo de 1992, tal día como hoy hace 33 años, el CD Logroñés empató en El Molinón frente al Real Sporting de Gijón (1-1) y dejó uno de sus dos negativos. De hecho, al día siguiente, la prensa tituló la noticia así: “un punto negativo menos, ahora sólo queda otro”. Algo que hoy puede sorprender a quien no sepa que en aquel tiempo había un sistema de puntuación en la Liga con puntos positivos y negativos.

¿De qué servía aquella puntuación? Pues, la verdad es que, treinta años después de que volviera a cambiarse el sistema, obteniéndose tres puntos por partido ganado, en lugar de los dos que se daban hasta entonces, diría que no tenía importancia, porque, al igual que ahora, los puntos que poseían realmente valor eran los conseguidos ganando o empatando, con independencia de que fuera como local o visitante.

Pero en aquel tiempo se consideraba que era más difícil ganar fuera de casa (el Logroñés sólo lo hizo una vez en El Molinón en las nueve que jugó allí) y se intentó estimular a los equipos dando dos puntos positivos adicionales a la verdadera clasificación (la única válida) por victoria a domicilio y uno por empate. Por el contrario, se penalizaba al local derrotado con dos negativos y al que había empatado con otro.

Volviendo al partido de El Molinón de 1992 (el cuarto que disputaban ambos equipos esa temporada, porque también se enfrentaron en los cuartos de final de la Copa del Rey), los blanquirrojos fueron capaces de sobreponerse a un gol en contra cuando el tiempo se escapaba por las manecillas del reloj. Cléber estableció el empate en el minuto 86 y José María casi logró la victoria cuando restaba sólo uno para el final.