A sus 27 años, Santi Viguera contrajo matrimonio con Ana Manzanares el 18 de junio de 1983 en la iglesia de los Marianistas y no olvidará fácilmente su primer día de casado, pues tuvo que retrasar su viaje de novios a Italia para jugar un partido de la Copa de la Liga en Las Gaunas frente al Sporting Atlético (2-1). “’¿No nos fastidiarán la luna de miel?’, me preguntó mi novia cuando se lo dije”, me cuenta.

Nadie imaginaba que el CD Logroñés fuera a apear al Burgos y al Erandio de la nueva competición, que tenía carácter voluntario y había sido creada con el fin de proporcionar mayores ingresos a los clubes eliminados en las primeras rondas de la Copa del Rey. Por ello, tras la conclusión de la Liga el 23 de mayo, aún había partidos a esas alturas de la temporada y aquello trastocó los planes de la pareja.

"Todos los jugadores estaban invitados a mi boda y recuerdo que, a las doce de la noche, Delfín Álvarez les hizo levantarse de la mesa y les echó del Restaurante Villa Iregua. Algunos se fueron a casa”, relata, “y creo que otros se marcharon por ahí. Yo estuve hasta las cinco o seis de la madrugada y, al día siguiente, como había gente que vino de San Sebastián, fui a despedirles al hotel en el que se hospedaban”.

Aun así, ‘los blanquirrojos hicieron un buen partido’, según la prensa, pese a que ‘anduvieron faltos de suerte o, mejor, de puntería’. Por el Logroñés jugaron Rodolfo (Bernabé), Pita, Valen (Melero), Colás, Ordoqui, Güembe, Viguera, Mendilíbar, Fernández, Chechu y Santolaya. Rodolfo sufrió un tirón a los 16 minutos y Valen se lesionó al inicio del segundo tiempo, por lo que Viguera tuvo que jugar el partido completo.