Leo en el libro ‘Emigración riojana a México’, de Antonio Salvador Ruiz, que, a mediados del siglo XX, el CD Logroñés ‘era el único equipo, a pesar de estar en las categorías inferiores del fútbol nacional (junto al Real Madrid), en tener autobús propio’ para transportar a sus jugadores. El vehículo fue un regalo de Abundio Baños Barragán y su hermano Daniel en 1950, tras el ascenso a Segunda División.

Abundio Baños (1908-1989), natural de Badarán, era un indiano que hizo fortuna en México, en los sectores metalúrgico e inmobiliario, y un reconocido filántropo, con generosas donaciones al Logroñés. El vehículo lo prometió a raíz del ascenso, en un telegrama recibido en el club el 14 de junio de 1950: ‘Cuenten autobús’. El 21 de septiembre de 1951, el autocar llegaba a Logroño para empezar a prestar sus servicios.

Recuerdo haber visto en la tribuna central del viejo Las Gaunas una placa con la leyenda: ‘A los hermanos Baños Barragán, benefactores del CD Logroñés. Año 1950’. Y es que el club supo corresponderles en numerosas ocasiones. Primero, les hizo un homenaje a Abundio y a Daniel el 24 de septiembre de 1950, antes del partido Logroñés-Badalona (3-1), cuando les impuso a ambos la insignia de oro.

Años después, el 30 de agosto de 1969, Abundio recibió otro homenaje, con motivo del estreno del alumbrado de Las Gaunas, y realizó el saque de honor en el partido Logroñés-Elche (0-3). Luego, fue nombrado socio de honor. A pesar de la distancia, nunca olvidó La Rioja, donde también hizo negocios. Los terrenos en que se construyeron las urbanizaciones ‘Villa Patro’, en Lardero, y ‘Ciudad de México’ eran suyos.