Ocurrió el 14 de marzo de 1993. El CD Logroñés estaba hundido en la cola de la tabla, a cuatro puntos del colista Burgos, y visitaba al Real Madrid, colíder de la Liga junto al Barcelona. Abadía adelantó de penalti a nuestro equipo en el minuto 65, pero los blancos lograron remontar el partido con dos tantos de Butragueño (m. 78) y Esnáider (m. 90). El 2-1 parecía definitivo, pero fue un espejismo.

Abadía empalmó un servicio de Antón en el descuento y el encuentro terminó en tablas. “Todo el mundo me recuerda los dos goles del Bernabéu”, me cuenta. “Creo que eso fue un desahogo. Para mí y para todo el equipo. Aquel resultado nos vino muy bien. Esa temporada solo perdimos fuera de casa en la segunda vuelta contra el Celta de Vigo (2-0), el Barcelona (3-0) y el Athletic de Bilbao (2-0)”.

Al día siguiente, el diario 'ABC' destacaba: ‘Abadía, autor de los dos goles del Logroñés, firmó la sorpresa de la jornada y, con un tanto logrado en el minuto 95, logró la proeza de amargar la existencia al Real Madrid’. “La gente aún se acuerda de ello”, me dice con contenida satisfacción, “pero a mí, de verdad, el partido que me dio el espaldarazo fue el primero que se televisó desde Las Gaunas”.

Fue el 19 de noviembre de 1988 contra el Real Madrid (0-1). “Aquel día hice un gran derroche físico y me sentí a gusto. A partir de entonces, comenzó a conocerme la gente y me fichó el Atlético de Madrid para la temporada siguiente”. El Logroñés fue superior, pero perdió por la mínima merced a un gol de Hugo Sánchez. Hubo una gran entrada y la recaudación superó los 20 millones de pesetas (120.202,42 euros).