El 14 de abril de 2018, a los 70 años de edad, falleció Pepe Arroita, que fuera delegado del CD Logroñés Promesas en la época del ascenso a Segunda División B (1990-1991) con Lotina. Desde siempre, su nombre estuvo ligado al filial, pues jugó en él dos temporadas (1969-1971), pero, a sus 22 años, se quedó a las puertas de hacerlo en Segunda con el primer equipo en mayo de 1971, siendo presidente Cesáreo Remón.

“Cuando entrenaba Galarraga y faltando cinco partidos para terminar la Liga, se me indicó que pasase por el club para firmar… y hasta ahora”, contaba en 1975. En aquel momento, el Logroñés estaba en peligro de promoción de descenso y esa fue “la mayor desilusión que he recibido en el fútbol, porque todavía estoy esperando a recibir una explicación”, aseguraba mientras estaba enrolado en el Arnedo.

“Pepe era un extremo izquierdo habilidoso”, me cuenta Felipe Antón, con quien coincidió en la temporada 1970-1971. “Era zurdo, pero le pegaba con las dos piernas. Era bueno y tenía genio. Además, buen chaval”. Otro viejo compañero, Ricardo Osés, añade: “Fue el segundo goleador del equipo en la Liga 1969-1970. El primero fui yo, con 21 goles y, luego, él, con diez. Terminamos los segundos. Ascendió el Mirandés”. 

“Cuando el entrenador daba las instrucciones en el vestuario”, continúa Osés, “le decía: ‘¡Arroita, tú juega como quieras!’ Porque Pepe era un poco rebelde y Regueiro sabía que si le mandaba hacer algo, él iba a hacer lo que le diera la gana. Pero era buenísimo. Tenía calidad para hacer lo que quisiera”. Tras su paso por el Promesas, desde donde Rupérez e Izquierdo dieron el salto al Logroñés, fichó por el Calahorra.