La fotografía separa a Jalón del Logroñés
El 1 de mayo de 1955, Rufino Martínez, conocido como Rufo, disputó en Las Gaunas su último partido con el Recreación: el filial del CD Logroñés, antes de abrir un estudio fotográfico en Santo Domingo de la Calzada, que regentó durante 35 años (1955-1990) bajo el nombre comercial de Jalón. Ahí jugó tres temporadas (1952-1955), en Tercera División, pero no pudo dar el ansiado salto al Logroñés porque les separó la fotografía.
Nacido en Lodosa (Navarra) en casa de su tía el 15 de noviembre de 1929 y residente en Logroño, jugó al fútbol desde niño. “Indistintamente de portero o delantero; igual me daba”, me cuenta a sus 90 años. “Empecé en el Calavera en un torneo de chavales y pasé al equipo del INP y, luego, al Deportivo Jalisco, hasta que me quiso fichar el Berceo de portero suplente. Le dije que no a ‘El Orejas’, porque tenía mi categoría”.
Entonces se fue al Burle de delantero titular y, tras probar con 21 años en el Calahorra, le fichó el Recreación, junto a Jesús Echeverría (Echeverría II). El 16 de septiembre de 1952, debutó en Las Gaunas (4-2) con dos goles. Enseguida comenzó a destacar. “Era muy luchador. Saltaba mucho y tenía una buena visión para el remate”, me dice. Según Eduardo Gómez, era ‘un ariete codicioso y gran rematador de cabeza’.
Desde los 14 años, estuvo trabajando en 'Jalón Ángel' y, tras montar su propio estudio en Santo Domingo de la Calzada “porque no había ninguno allí”, se esfumó su sueño de jugar en el Logroñés. “Ya no podía dedicarme al fútbol. Si no, hubiera seguido y vete a saber qué habría ocurrido”. En una ocasión, participó en un partidillo de entrenamiento con el primer equipo. “Me pusieron de interior y marqué cuatro goles”.
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