Vidal espía las salidas nocturnas de sus jugadores
A principios de los años 90, con figuras en el CD Logroñés como Sarabia o Quique Setién, acusado por Jesús Gil de “frecuentar discotecas”, David Vidal solía controlar la vida privada de sus jugadores. “Ìbamos por la noche a ‘la zona’”, me cuenta Ardao, el delegado, “y yo entraba a los locales. Rara vez vi a nadie, porque eran profesionales. Y, si pillaba a alguno, hacía de poli bueno; le decía que se fuera y al míster, nada”.
Las salidas nocturnas de los jugadores siempre trajeron de cabeza a los responsables del club. “Nos tenían muy controlados”, me dice desde Pamplona Amantegui, que jugó en nuestro equipo a finales de los años 60. “Galarraga nos miraba hasta el kilometraje del coche, porque solíamos ir en el mío a merender a Villamediana, Fuenmayor u Oyón. Logroño era pequeño y resultaba fácil vigilar la vida que hacíamos”.
En otra época, el 13 de noviembre de 1980, Tomás fue sorprendido de madrugada en una discoteca, dos días antes de un partido, y recibió una sanción de 25.000 pesetas (150,25 euros). El 29 de abril de 1981, Sanz y Tasio también sufrieron un castigo por salir de juerga. “Nos sancionaron con 15 días de empleo y sueldo y a tener que ir a Las Gaunas siete horas diarias, como una jornada laboral”, me apunta el que fuera capitán.
Hugo aún conserva el papel que le dieron, al prorrogarle su contrato para la temporada 1977-1978, con las normas por las que debían regirse los jugadores. “Cada lunes”, puede leerse, “el jugador deberá retirarse a descansar a su domicilio no más tarde de las doce y media de la noche, haciéndolo los demás días de la semana a las once de la noche, a excepción de las vísperas de partido, que será a las diez de la noche”.
Comentarios
Publicar un comentario