Javi Ortega, la chispa de los veteranos del Logroñés
Javi Ortega no pudo debutar con el CD Logroñés en Segunda División B el 11 de abril de 1982 a sus 22 años, tras ser excluido forzosamente de la convocatoria para el partido de la huelga de futbolistas, pero, a los 60 años, conserva la chispa de siempre y ha conseguido resarcirse de ello jugando con los veteranos. “Es el mayor del equipo”, me asegura Juancho Colás desde Nájera. “Se reía de Cachicha, pero él es igual…”
Entrenaba con el Logroñés entre 1978 y 1980, pero jugó en el filial, hasta que fue cedido al Arnedo. Cesáreo Remón quiso repescarlo a raíz de la huelga de futbolistas “y me dijo que firmara en blanco”, me cuenta el jugador. “’¿Dónde pone lo que voy a cobrar?’, le pregunté. ‘Es que llevo tres años y no he cobrado una peseta’. ‘¡Vete ahora mismo!’, me contestó. Y Fuertes me quitó de la alineación. Ahí se acabó mi carrera”.
“Yo entonces estaba como un tiro”, me dice. “Era el mejor del Arnedo, pero es que en el Logroñés ya me habían hecho una faena antes. Sabía que, cuando Pita se fuera, su puesto sería para mí. Me llamaron para firmar y un técnico me pidió 300.000 pesetas (1.803,03 euros) a cambio de jugar. Me negué y trajeron a Llanes. Si le llego a decir a mi padre que, a los 43 años, iba a subir a Segunda B con otro Logroñés, habría flipado”.
“Cumplió muy bien en el Logroñés CF (el de Fernando Villamor) en la temporada 2002-2003, pero con las limitaciones propias de la edad”, me apunta su entrenador, Diego Pozo, desde Santo Domingo de la Calzada. “Ya no tenía el mismo reprís, pero sí calidad y picardía. Sabía hacer buen vestuario y fue jugador y ayudante mío. Era campechano, sencillo ¡y todavía juega con los veteranos!” Aún tiene cuerda para rato.
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