Miguel Ángel Lotina, que se ha despedido hoy como entrenador del Osaka Cerezo de la Liga japonesa con un empate ante el Kashima (1-1), seguirá en Japón la próxima temporada. “Este lunes tengo vuelo para casa, pero vuelvo en unos días”, me cuenta, “porque he fichado por otro equipo”. Próximamente, el club nipón al que se incorporará hará público el fichaje de Lotina, que es una leyenda del CD Logroñés.

El Cerezo Osaka ya anunció esta semana que no iba a renovarle su contrato y Lotina dijo adiós a los aficionados hace tres días, tras dos temporadas en el banquillo de la tercera ciudad más grande de Japón. “Me voy emocionado”, declaró, antes de dar una vuelta de honor al campo, donde era aclamado. El empate de hoy le deja al equipo con muchas opciones de clasificarse para la Liga de Campeones de Asia.

“Es muy probable que el Cerezo Osaka dispute la AFC Champions League, porque depende de la Copa y lo lógico es que el cuarto clasificado la juegue”, me apunta desde Osaka, al término del último partido de la Liga. Lotina lleva cuatro años en Japón y ahí se ha ganado un gran prestigio como entrenador, tras haber situado cuarto en la tabla al equipo con el undécimo presupuesto de la categoría.

Ahora se le abre una etapa “muy ilusionante” al frente de otro equipo de la Primera división, con una treintena de años de historia y el reto de hacerse un hueco entre los mejores. En Japón hay pasión por el fútbol y Lotina reconoce estar “muy a gusto”. “Aquí el fútbol es otra cosa”, destaca, pues, tras los entrenamientos, los jugadores se quedan ejercitándose durante más tiempo y la afición siempre aplaude al rival.