Adolfo se rompe la nariz marcando un gol inolvidable
El 15 de enero de 1989, el delantero del CD Logroñés Adolfo Muñoz sufrió una fractura del tabique nasal marcando un gol inolvidable en Sevilla (0-1), pues, inicialmente, el portero ruso Dasaev detuvo su remate de cabeza, pero la pelota se le escapó de las manos de forma incomprensible y se coló en la portería. “Al pobre le llovieron críticas de todos lados”, me cuenta desde Pueblonuevo del Guadiana (Badajoz).
Corría el minuto 50 del partido, cuando recibió un centro de Gelucho desde la banda izquierda y remató de cabeza con tan mala suerte que, al intentar alejar el balón de su portería, el defensa Mino, que entonces estaba enrolado en las filas del Sevilla FC, le golpeó con la bota en la cara. “Él fue a despejar y me imagino que no se esperaba que me fuera a tirar en plancha”, me apunta. “Estuve ingresado en Sevilla esa noche”.
Este gol hizo recordar el que encajó Arconada como portero de la Selección Española en la final de la Eurocopa 1984, que ganó Francia, y dio un respiro al conjunto riojano. “Fueron tres puntos muy importantes”, me dice. “Ganar en Sevilla era complicado”, porque los blanquirrojos llevaban trece jornadas sin conocer la victoria y contaban con la baja de Alzamendi, que había anotado siete de los doce tantos del equipo.
Más de 32 años después, el jugador rememora la anécdota con una sonrisa en los labios y aún intenta buscar una explicación al grave error de Dasaev. “Yo recuerdo que, cuando paró el balón, nos miramos y me figuro que, al ver la sangre, se pudo distraer y meterse la pelota. Yo estaba casi inconsciente y me enteré de que había sido gol por el médico y el fisio cuando me sacaban del campo en camilla”, concluye.
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