Morales: “Al Logroñés siempre lo llevo muy dentro”
José Luis Morales fue un delantero pequeño, pero habilidoso y con gran olfato de gol, que se formó en el Real Madrid en los años 80 y jugó en el CD Logroñés a finales de los 90. “Ahí tuve de todo”, me cuenta desde Madrid. “Momentos fenomenales, porque hice dos años muy buenos en Primera División y uno de ellos fue allí, y la mala suerte de lesionarme de gravedad”. A pesar de eso, “al Logroñés siempre lo llevo muy dentro”.
Aquí vino en 1996 procedente del Sporting de Gijón, a cambio de 80 millones de pesetas (480.809,70 euros), aunque había jugado cedido en el Mallorca la temporada anterior. “Estuve con Lotina, Aizkorreta, Castaño, Clotet, Rubén Sosa, Jubera…”, recuerda. “Fue un año difícil para todos, porque el equipo bajó a Segunda, pero yo jugué bastante (37 partidos de Liga), me salieron bien las cosas y recibí varias ofertas”.
“No me dejaron irme porque querían hacer un equipo para ascender”, continúa diciendo, “y creo que todos salimos perdiendo, porque Las Palmas les ofreció casi 150 millones de pesetas (901.518,20 euros) por mí. Además, sufrí la primera lesión: una rotura de pubis (en 1997), y, cuando ya estaba totalmente recuperado, me crujió la rodilla derecha en un entrenamiento (en 1998). Tuve que operarme y ahí empezó mi calvario”.
Desde entonces, arrastró problemas físicos, hasta que tuvo que retirarse con 29 años (en 2002) –“renco, casi sin poder andar”- y le dieron la invalidez. Aun así, si le preguntas por una palabra que resuma su paso por aquí, responde que “fenomenal”. “La gente siempre me ha tratado de maravilla. Me encanta Logroño. Es una de las mejores ciudades para vivir. Han pasado ya 23 años desde que me fui y aún no la he olvidado”.
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