Menotti, tanteado por el Logroñés: “¿Qué es eso?”
El 9 de enero de 1989, Marcos Eguizábal viajó a Argentina, invitado por el intendente municipal de Villa Gesell, al este de Buenos Aires, que era natural de Santa Engracia del Jubera. Lo hizo en un momento dulce para el CD Logroñés (12º clasificado, tras haber sido el equipo revelación al comienzo de la Liga) y, a través de su vicepresidente Mateo Berrueta, tanteó al exseleccionador argentino César Luis Menotti.
“¡Fíjate qué osados éramos!”, me cuenta Berrueta, que, acompañado por el exjugador argentino José Luis Lanao, visitó Mar del Plata en busca del entrenador que hizo a su país campeón del mundo en 1978 y que, luego, dirigió al Barcelona y al Atlético de Madrid, entre otros, en los años 80. Lanao conocía a Menotti porque formó parte de la selección sub-20 que ganó la Copa del Mundo juvenil en 1979 y que él entrenaba.
En aquellos días, los emisarios de Eguizábal intentaron averiguar el interés que tendría ‘el flaco’ (como se le conoce) en ser contratado por el Logroñés, cuando aún estaba al frente del banquillo del River Plate. Al oír el nombre del club, les miró con cierto desdén y les respondió: “¿Qué Logroñés? ¿Qué es eso?”, mientras se rascaba los dedos, dejando claro que el dinero que podrían ofrecerle no iba a satisfacer sus demandas.
“Yo tiraba con pólvora ajena”, recuerda Berrueta, pero Menotti no se tomó en serio la propuesta y, “al final, trajimos a Carlos Aimar”, con quien también contactaron en ese viaje. Y es que, pocos días después, el 29 de enero, Javier Irureta fue destituido en el Logroñés y Eguizábal pensó de inmediato en Aimar como sustituto, aunque no pudo ficharle, ya que entonces no tenía permiso para entrenar en España, hasta 1992.
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