El pasado 6 de junio, falleció en Andoain (Guipúzcoa), a los 71 años, Miguel Goicoechea, que fuera pilar básico del ascenso del CD Logroñés a Segunda División en la temporada 1969-1970 y uno de los máximos goleadores de su historia, junto a Agustín Amantegui, con 32 goles en dicha campaña. Solía jugar de interior o de delantero centro y, tras su paso por aquí, fichó por el Betis, aunque no llegó a debutar en Primera.

Nació en Andoain el 14 de noviembre de 1949 y empezó a jugar en el equipo de su localidad natal, hasta que, a los 19 años, el 11 de abril de 1969, a falta de nueve partidos para el final de la Liga, se incorporó al Logroñés, siendo presidente Cesáreo Remón. Cuatro días después, se estrenó en Las Gaunas ante el Motrico y, el 11 de junio, marcó su primer gol con la camiseta blanquirroja en Ejea de los Caballeros (Zaragoza).

A partir de ahí, destacó a las órdenes de Román Galarraga por su gran olfato goleador y comenzó a dejar de ser llamativo que metiera tres tantos en un partido, pues en la temporada 1969-1970 llegó a hacerlo hasta en cinco ocasiones e incluso anotó cuatro ante el Monzón el 18 de abril de 1970. Formó parte de la famosa delantera de los 120 goles y la Real Sociedad (el 7º clasificado de Primera) se interesó por su fichaje.

Jugó en Segunda con el Logroñés la campaña siguiente y se despidió de Las Gaunas el 13 de junio de 1971 frente al Cartagena, en partido de la fase de permanencia, con dos goles. Luego fue traspasado al Betis, junto a Agustín Arrieta y Luis Arana, por dos millones y medio de pesetas (15.025,30 euros), siendo cedido al Ferrol en noviembre. También, jugó en el San Fernando, el Alavés, el Melilla y el Diter Zafra. Descanse en paz.