El 28 de agosto de 1984, tal día como hoy hace 37 años, el CD Logroñés ganó al Atlético de Madrid en Las Gaunas por 2-0, con goles de Lotina y Mendilíbar, en el partido de homenaje y despedida del portero José Pacheco, tras toda la vida bajo los palos. “Yo entonces vivía en Logroño y lo hicimos allí”, me cuenta desde Santander. “El Logroñés acababa de ascender a Segunda División con Delfín Álvarez y fue mucha gente”.

Nacido en Santander, llegó al Atlético de Madrid junto a Irureta y defendió la portería durante doce temporadas (1967-1979), habiendo logrado tres Ligas, dos Copas y una Copa Intercontinental. Jugó pocos partidos, pero, paradójicamente, es el guardameta rojiblanco con más títulos. Cuando le dieron la baja, dijo al semanario ‘As’: “Tengo 32 años, y un par de temporadas puedo rendir al máximo, sin defraudar a nadie”.

Así fue, pues, tras pasar un año en el Racing de Santander, recaló en el Logroñés en 1980 y cumplió con creces. “Hemos tenido mucha suerte”, declaró el entrenador José Ramón Fuertes tras su fichaje, “pues, pese a que ha jugado en equipos de campanillas, es un hombre muy humilde y con muchas ganas de trabajar”. Aquí disputó 35 partidos. Luego, se fue al Getafe, pero lo dejó, sin debutar, ante los problemas económicos.

Por tanto, colgó los guantes aquí. Cuando se realizó el homenaje, dirigía al Logroñés juvenil y no se vistió de corto. “Llega un momento en el que te das cuenta de que no hay vuelta atrás”, me dice. “Se acabó y se acabó”. Aún recuerda que aportó un trofeo para el equipo vencedor, “algo simbólico y, tras dárselo al capitán del Logroñés, me lo devolvió. Vamos, que lo compré para mí”, cierra con su habitual buen humor.