José Ignacio: la joya de la cantera
José Ignacio Sáenz Marín, conocido en el mundo del fútbol como José Ignacio, fue el jugador de mayor proyección de la cantera del CD Logroñés de todos los tiempos. Era un centrocampista defensivo, que jugó dos temporadas en nuestro equipo (1993-95), hasta que fichó por el Valencia y, luego, el Zaragoza, con el que ganó la Copa del Rey. Fue internacional absoluto en dos ocasiones (2001), olímpico y sub-21.
Nació en Logroño el 28 de septiembre de 1973 y empezó en el Calasancio. Tenía 13 años cuando el Logroñés ascendió a Primera División en 1987. Fichó por nuestro equipo en su etapa juvenil. Era “el chaval más inteligente dentro del campo que ha pasado por el Promesas”, según Lotina. La joya de la cantera. A los 20 años, Aimar le hizo debutar en partido de Liga en el Camp Nou ante el Barcelona (2-2).
Era un mediocentro organizador, ‘incansable en la recuperación y la colocación’, en opinión de la prensa, que participó en 53 partidos y logró dos goles. Su carrera fue meteórica. En dos años y medio pasó de jugar en el Logroñés B, del que también salieron Romero, Matute, Vallejo, Óscar, Jubera o Marín, a ser traspasado al Valencia por 120 millones de pesetas (721.214,5 euros) y proclamarse subcampeón de Europa sub-21.
El 5 de septiembre de 2001, a punto de cumplir 28 años, debutó con la selección absoluta en Liechtenstein (0-2) en un encuentro clasificatorio para el Mundial. Tras un lustro en el Zaragoza, se marchó al Celta de Vigo y logró un gol memorable en Milán (1-2) en la Champions League. Acabó su carrera en el Logroñés CF, tras haber jugado 317 partidos de Liga en Primera, pese a la fama de juerguista que le atribuían.
Comentarios
Publicar un comentario