Vergara: un portero con carisma
Iñaki Vergara Iríbar, conocido en el mundo del fútbol como Vergara, fue un “gran portero”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos, que jugó en el CD Logroñés cuatro temporadas (1991-1995); primero, a la sombra de Lopetegui “a la espera de poder tener una oportunidad” y, luego, con el equipo “hundido y humillado” cuando por fin se la dieron. Era “el jugador más carismático”, a juicio del periodista Jorge Alacid.
Nació en Ondarroa (Vizcaya) el 26 de enero de 1962 y, tras comenzar a jugar en la playa, se formó en la cantera del Athletic Club de Bilbao. Fue internacional juvenil y su carrera iba en ascenso, pero sufrió una grave lesión y tuvo que volver a empezar de cero en el equipo de su pueblo. De ahí fue subiendo peldaños, hasta llegar a debutar con 24 años en Primera División con el Real Murcia CF y jugar luego en la Real Sociedad.
Aquí vino con 29 años y, aunque no tuvo muchas oportunidades, siguió “trabajando duro y de forma silenciosa, pero con una gran fe en sus propias posibilidades”, a juicio de Tomás Santos, siendo decisivo en la clasificación del Logroñés para la siguiente ronda de la Copa del Rey en 1991 o, más tarde, el portero titular la temporada del descenso. “He intentado estar en mi sitio en todo momento”, aseguró en su despedida.
Su presencia en el equipo riojano fue muy positiva “por su valía y por su buena influencia en el vestuario, porque era un hombre que siempre insuflaba ánimos a todos”, en palabras del periodista Carlos Ferrer. Por entonces “se ganó un hueco en el sentir de la afición riojana”, según Tomás Santos. Tras su retirada, a los 33 años, ha sido entrenador de porteros en diversos países. Él lo tiene claro: “Nací, vivo y moriré portero”.
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