Francisco José Balenciaga Gurruchaga, conocido en el mundo del fútbol como Balenciaga, fue un centrocampista de banda derecha que jugó en el CD Logroñés la temporada 1978-1979, tras ser cedido por el Deportivo Alavés al no entrar en los planes del entrenador Chuchi Aranguren. “Un buen jugador, que cumplía su papel y no hacía ascos a irse para adelante”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos.

Nació en Marquina (Vizcaya) el 5 de abril de 1957 y comenzó a jugar en la cantera del Athletic Club de Bilbao, curtiéndose en la SD Amorebieta (1975-1976) y la SD Eibar (1976-1978), de Regional Preferente. De ahí dio el salto al Alavés de Segunda División con ficha de aficionado, pero Aranguren no contó con él y le aconsejó venir al Logroñés porque, a su juicio, jugar en Segunda B iba a servirle de “experiencia y preparación”.

“Puede ser una buena oportunidad para mí”, declaró antes de ponerse a las órdenes de Luis Aloy, quien le hizo debutar ante el CD Ourense el 22 de octubre de 1978 con 21 años. Dos semanas después, contribuyó a la segunda victoria blanquirroja en lo que iba de Liga con un gol frente al Real Oviedo de tiro libre directo (penalti con barrera). Tanto con Aloy como más tarde con Juan Arriarán fue un fijo en el centro del campo.

Uno de los “jugadores técnicos” de aquel Logroñés, aunque a veces pareciera “un tanto frío y lento”, en opinión del informador deportivo Juan Carlos Remón. Aquí disputó 32 partidos y marcó cuatro goles. Luego, volvió al Alavés, pero Aranguren no le hizo hueco en la plantilla y tuvo que jugar en el CD Guecho (1979-1980), CD Aurrera de Ondárroa (1980-1981) y Cultural de Durango, en la que colgó las botas en 1983.