Iturrino: un jugador insustituible
Luciano Iturrino Zenekorta, conocido en el mundo del fútbol como Iturrino o Lutxo Iturrino, fue un jugador insustituible en el CD Logroñés entre 1991 y 1994, no solo por su regularidad (es el séptimo blanquirrojo con más minutos en Primera División), sino porque le salvó de la promoción de descenso a Segunda en la temporada 1992-1993 con un gol frente al Cádiz CF en el minuto 93 de la última jornada de la Liga.
Nació en Mutriku (Guipúzcoa) el 4 de noviembre de 1963 y, tras formarse en la cantera de la Real Sociedad de Fútbol, debutó con el primer equipo en 1986. Luego, jugó en el Athletic Club (1989-1991) y, a los 27 años, pasó al Logroñés, donde estuvo tres temporadas (1991-1994) y, lo que es más importante, “se consolidó como jugador de Primera”, según el periodista Chema Glera. Aquí jugó 121 partidos y marcó siete goles.
Solía jugar de medio campo hacia adelante, pero era polivalente y David Vidal lo colocó tanto en el lateral derecho como en el izquierdo. Tras la llegada de Carlos Aimar al banquillo, volvió a desenvolverse en el centro del campo, con tareas más ofensivas. Además de regular (fue el ganador del Trofeo ‘A Tope’ de la Cadena COPE), destacó por su juego limpio, recibiendo un premio del Consejo Superior de Deportes en 1993.
Aquí jugó las tres mejores temporadas de su carrera, antes de regresar a la Real Sociedad en 1994. Subió con la UD Salamanca a Primera en 1997 y colgó las botas en el CD Aurrera de Ondárroa en 2001. Tras su retirada, entrenó a las categorías inferiores blanquiazules y del Athletic. Cuentan que le llaman Lutxo por su afición al ciclismo y la similitud entre su nombre y el del ciclista colombiano Lucho Herrera, del que era seguidor.
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