Javier: el portero que fue víctima de un bulo
Javier Goicoechea Uribe, conocido en el mundo del fútbol como Javier, fue un portero vasco de los años 70 y 80, que, a los 22 años, fichó por el CD Logroñés para ser “suplente de Castel” en Segunda División B, según el presidente Cesáreo Remón. Al no seguir aquel, tuvo que asumir una gran responsabilidad. Luego, fue víctima de un bulo (noticia falsa que se difunde para perjudicar a alguien) que le atribuía un problema de visión.
Nació en Munguía (Vizcaya) el 26 de septiembre de 1956 y comenzó a jugar bajo los palos en la cantera del CD Munguía, hasta que debutó con el primer equipo a los 17 años. Aquí “vino como guardameta suplente” en 1979 y, al rechazar el FC Barcelona una nueva cesión de Castel al equipo blanquirrojo, “se encontró con que tenía que defender de titular la puerta”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos.
“El cambio le vino grande y sus actuaciones desequilibraron la marcha inicial del equipo”, hasta el punto de que se le responsabilizó “en exceso de los partidos perdidos, lo que aún le dio más inseguridad”. Además, el 24 de octubre de 1979, recibió un golpe en la cara en Monzón (Huesca) en la Copa del Rey y salió del campo con "un ojo morado”. Al día siguiente, ‘La Gaceta del Norte’ tituló a todo trapo: “¡Javier no ve bien!”
“No ve bien por el ojo derecho”, escribió Gonzalo Bergasa; “el no medir bien las distancias justificaría sus fallos”. Tras pasar un riguroso examen médico el portero, tuvo que rectificar el periodista: “No presenta anormalidades en su visión”, pero Javier ya estaba sentenciado. Volvió a casa y jugó hasta los 29 años. Según Tomás Santos, “con el tiempo, y si se le hubiese dejado hacerse, podría haber sido un buen guardameta”.
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