Vicente Murillo Nalda, conocido en el mundo del fútbol como Vicente, fue un portero riojano de los años 70 y 80, con el que el CD Logroñés consiguió el ascenso a Segunda División B en 1978. Un guardameta “valiente y con muchas ganas”, en palabras del entrenador José Ramón Fuertes, al que no se le dieron muchas oportunidades, estando a la sombra de Castel y, luego, de González como un “buen suplente”.

Nació en Fuenmayor (La Rioja) el 12 de diciembre de 1957 y se formó en la cantera del Logroñés, Pronto destacó bajo los palos, siendo reconocido con 14 años como el mejor portero del IX Campeonato de España de Fútbol Infantil celebrado en Cádiz en 1972. A los 18 años, le hizo debutar Ernesto Garrastachu con el primer equipo y entonces compartió la portería con Gorostidi, alternándose ambos la titularidad.

A la temporada siguiente, se hizo con el puesto, estuvo a buen nivel y contribuyó al ascenso de categoría. “Bien en la portería, saliendo cuando tenía que hacerlo y despejando sin florituras, como debe ser”, en opinión del informador deportivo Tomás Santos. Ya en Segunda B, tras el fichaje de Castel, fue relegado al banquillo y, en la temporada 1979-1980, sin opciones de jugar, se fue cedido al Club Haro Deportivo.

El Logroñés le repescó en 1981, pero solo intervino en cinco partidos porque delante tenía a un portero insustituible: González. En total, disputó 52 encuentros y encajó 63 goles. “Su principal problema”, a juicio de Fuertes, era “el físico” (con cierto sobrepeso), pero, en cambio, tenía “mucho amor propio”. Tras cuatro temporadas (1976-1979 y 1981-1982), fichó por el CD Mirandés, en el que colgó los guantes en 1983.