José Julio Carrascosa Cuevas, conocido en el mundo del fútbol como Carrascosa, fue un prestigioso gestor deportivo entre los años 60 y 90, que hizo posible como gerente del CD Logroñés en la temporada 1989-1990 que viviera “su etapa deportiva más brillante” (7º clasificado de Primera División y a punto de jugar la UEFA) y “seria y responsable en el capítulo de organización”, según el informador deportivo Tomás Santos.

Nació en Madrid el 2 de septiembre de 1933 y tenía raíces riojanas, pues su abuela materna era natural de Nalda. Entró a trabajar en el Club Atlético de Madrid como director administrativo en 1965 y fue el gerente durante veinte años, siendo presidentes Vicente Calderón, Alfonso Cabeza y Jesús Gil. El 21 de octubre de 1988, dimitió porque “no aguantaba tanta tensión”, en palabras del último dirigente mencionado.

Casi a renglón seguido, el 29 de mayo de 1989, se convirtió en uno de los mejores fichajes de Marcos Eguizábal en su etapa al frente del Logroñés. Era “un auténtico profesional del fútbol”, en palabras de Tomás Santos, e intentó introducir un poco de cordura y sentido común en el club riojano hasta el 10 de julio de 1990, cuando, tras sentir que había perdido la confianza del presidente, volvió al Atlético de Madrid.

Desde su responsabilidad, no sólo contribuyó a la consolidación del club en Primera, sino que impulsó un acuerdo de patrocinio con el Gobierno de La Rioja por importe de 80 millones de pesetas (480.809,70 euros). Fue “un año magnífico” el que vivió en La Rioja. “Un año tan bonito que prefiero irme así”, dijo. Murió en Madrid el 8 de septiembre de 2009, a los 76 años, y aún se le recuerda como el mejor gestor que tuvo el Logroñés.