Rubén Sosa: el poeta del gol
El uruguayo Rubén Sosa Ardáiz, conocido en el mundo del fútbol como Rubén Sosa o el Principito, fue la gran estrella del CD Logroñés en su última temporada en Primera División (1996-97), en la que disputó 38 partidos y logró 7 goles. Era un ‘crack’ que destacó en el fútbol europeo, pero llegó con 30 años, en el declive de su carrera y ‘entrado en kilos’, según la prensa. Le costó coger la forma y no volvió a ser el mismo.
Nació en Montevideo (Uruguay) el 25 de abril de 1966 y se crió en un barrio humilde. Empezó en el Danubio, una de las mejores canteras uruguayas, y, a los 19 años, fichó por el Zaragoza, con el que ganó la Copa del Rey en 1986 ante el Barcelona, gracias a un gol suyo. Fue traspasado al Lazio de Roma por 192 millones de pesetas (1.153.943,24 euros) y, en el Mundial de Italia de 1990, falló un penalti contra España.
Luego, brilló en el Inter de Milán (campeón de la Copa de la UEFA en 1994) y el Borussia Dortmund (campeón de la Bundesliga en 1996). Entre medias, Ramón Mendoza abortó su fichaje por el Real Madrid, por 500 millones de pesetas (3.005.060,52 euros), al optar por la continuidad de Iván Zamorano, en contra de la opinión de Valdano. En 1996, volvió al fútbol español para jugar en el Logroñés, donde estuvo una temporada.
El poeta del gol no hizo honor a su apodo. “Apostaron por mí y no pude ayudar al equipo todo lo que hubiera deseado. Me quedé con mal sabor de boca”, declaró al diario ‘As’ en 2014. “Me encontré un equipo muy joven y no pudimos mantenerlo en Primera”. Volvió a Uruguay y se retiró en el Racing de Montevideo en 2007. Forma parte del cuerpo técnico del Nacional y tiene su propia escuela de fútbol infantil.
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