Pita: un clásico

Jesús García Pérez, conocido en el mundo del fútbol como Pita, apodo que le pusieron en su etapa escolar por su afición a las matemáticas y al teorema de Pitágoras, fue un lateral derecho muy seguro y veloz que jugó en el CD Logroñés durante nueve temporadas (1976-1985), en las que disputó 327 partidos y logró 21 goles. El 27 de mayo de 1984, pasó a la historia por ser el autor del tanto del ascenso a Segunda División.

Nació en Lapuebla de Arganzón (Burgos) el 5 de marzo de 1957 y empezó en el Ence de Miranda de Ebro, desde donde dio el salto a nuestro equipo jugando de extremo derecho. Fichó el 24 de julio de 1976, a los 19 años, y debutó el 12 de septiembre, en la segunda jornada de Liga, ante el Touring (3-0). No tuvo mucha continuidad por la competencia que tenía en Bene y por tener que hacer el servicio militar.

A finales de 1977, Aloy retrasó su posición y le probó en el lateral. Enseguida se convirtió en una pieza imprescindible y jugó una media de 40 partidos por temporada. Es el segundo jugador con más partidos oficiales disputados con el Logroñés. Un clásico, digno de imitación por su entrega y esfuerzo. Era “temperamental”, según Fuertes. “Su fútbol se basa en la velocidad. Sube bien en ataque, pero siempre con balón”.

Ascendió con nuestro equipo a Segunda B (1977-1978) y, luego, tras meter un gol inolvidable al Osasuna Promesas (2-1), a Segunda (1983-84). El 12 de mayo de 1985, a sus 28 años, vistió por última vez la camiseta blanquirroja frente al Celta (1-2). El 18 de agosto de 1986, se le hizo un partido homenaje. Se retiró en el Mirandés en 1988. Estudió Magisterio y es profesor del Colegio Sagrados Corazones, en Miranda de Ebro.

Comentarios

Luis 26 de junio de 2019
Creo que era maestro, y cuando el Logroñes ascendio a 2ª dejó el club por su rofesion. Un gran capitan, tb de los nuestros
el blogroñés 26 de junio de 2019
En efecto, Luis, al término de la temporada 1984-1985, Pita recibió la baja del CD Logroñés, aunque a él le hubiera gustado seguir un año más, por incompatibilidad con su trabajo de profesor en Miranda de Ebro. La junta directiva condicionó su continuidad a que asistiera, al menos, al entrenamiento de los jueves, pero eso no era posible para el jugador.

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Javier Caballero Wangüemert

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