Manuel González Rodríguez, conocido en el mundo del fútbol como Manolo, fue un carismático y querido quiromasajista que prestó sus servicios en el CD Logroñés durante más de 31 años, desde 1951 a 1983, en los que vivió desde un lugar privilegiado la historia de nuestro equipo. Luego, fue directivo con Joaquín Negueruela en la época del ascenso a Segunda División (1983-84). La suya fue una vida dedicada al club.

Nació en Logroño el 10 de junio de 1929. Estudió en la Escuela de Quiromasaje de Barcelona y trabajó en la logroñesa Clínica Santa Cruz. Empezó su labor como masajista el 27 de octubre de 1951, a los 22 años y sin cobrar, durante un Ferrol-Logroñés (1-1). Su primer sueldo no lo recibió hasta la temporada siguiente: 200 pesetas (1,2 euros) al mes. Adquirió un gran prestigio por sus amplios conocimientos y entrega.

A lo largo de su carrera, convivió con una docena de presidentes y 38 entrenadores, habiendo vivido dos ascensos a Segunda (1965-66 y 1969-70) y otro a Segunda B (1977-78). También conoció momentos difíciles. El 20 de julio de 1976, tras 25 años de servicio, el club le concedió la insignia de oro. El 25 de septiembre de 1980, se le hizo un partido homenaje, en el que nuestro equipo se enfrentó al Zaragoza (0-4).

Era ‘una auténtica institución’, según la prensa. ‘Siempre dispuesto a atender a todo aquel futbolista de cualquier equipo regional que necesitara sus servicios’. Un infarto de miocardio le apartó de los banquillos en enero de 1983, siendo sustituido por Rafa Arellano. Fue un símbolo del Logroñés y rechazó ofertas de clubes importantes por seguir aquí. Falleció en Logroño el 30 de agosto de 2014, a los 85 años.