Irízar: el motor del Logroñés
Jesús María Irízar Pardina, conocido en el mundo del fútbol como Irízar, fue un mediocentro creador, de gran calidad y muy carismático que jugó en el CD Logroñés siete temporadas (1972-1979). Vivió el descenso a Tercera División (1972-1973) y, luego, el ascenso a Segunda B (1977-1978). Era ‘dueño y señor del centro del campo’, según la prensa; ‘el motor’ de nuestro equipo por la garra y empuje que le caracterizaban.
Nació en Vergara (Guipúzcoa) el 1 de enero de 1947 y se formó en el equipo juvenil de su localidad natal, desde donde pasó en 1965 al Indautxu, de Bilbao. En 1967, a los 21 años, estuvo a punto de fichar por el Atlético de Madrid y fue descartado por una enfermedad cardíaca (hipertensión), que, luego, se demostró que no era tal. Como estaba completamente sano, le contrató el Betis y allí alcanzó rango de figura.
Tras tres temporadas con los verdiblancos, dos de ellas en Primera (1968-1969 y 1971-1972), con jugadores como Quino, Benítez o Biosca, recaló en el Logroñés, siendo presidente Cesáreo Remón. El 23 de septiembre de 1972, debutó en Las Gaunas frente al Valladolid (1-2) en la cuarta jornada de la Liga. En aquella época fue un puntal de nuestro equipo, con el que jugó 192 partidos y marcó 22 goles. Aquí era muy querido.
Líder dentro y fuera del campo, fue capitán y disputó su último partido ante el Lugo (1-1) el 8 de noviembre de 1978. El 13 de mayo de 1979, se le hizo un homenaje y recibió la insignia de oro. Luego, obtuvo el carnet de entrenador regional y dirigió al Valvanera, Rapid de Murillo, La Calzada y Yagüe. Fue presidente del Comité Riojano de Entrenadores (1991-1992). Falleció en Logroño el 19 de junio de 2019, a los 72 años.
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