Arriola: el patrón de la defensa
Pedro María Arriola Bustillo, conocido en el mundo del fútbol como Arriola, fue uno de los jugadores más importantes del CD Logroñés de los años 70. Fichó cuando tenía 20 años y estuvo siete temporadas, desde 1973 a 1980, en las que disputó 192 partidos. Era un defensor libre muy trabajador, seguro y con dotes de mando. Era el patrón de la defensa. Su mayor logro fue el ascenso a Segunda División B (1977-78).
Nació en Hormilleja (La Rioja) el 29 de junio de 1953 y empezó en los infantiles del Loyola, para pasar luego al equipo juvenil, alternando con el de Regional. Estaba realizando una prueba con el Osasuna, cuando fue fichado en la temporada 1973-74. Llegó en el peor momento, con el Logroñés recién descendido a Tercera y con una gran deuda. El 2 de septiembre de 1973, debutó en Las Gaunas ante el Sanse (1-1).
Comenzó cobrando un sueldo de 8.000 pesetas (48 euros) al mes y enseguida se hizo con la titularidad. Jugador polivalente, en opinión de Galarraga. Probó en el medio campo con Arriarán. ‘El valladar; siempre seguro en su área’, según la prensa. ‘Colocación, fuerza, ilusión y siempre atento a cualquier despiste de sus compañeros de la zaga’. Por su experiencia y liderazgo, ejerció como capitán del equipo.
Fue pieza clave, hasta que, al encomendarle sus compañeros la misión de enlace, se enrarecieron sus relaciones con Cesáreo Remón. En la temporada 1979-80, Arriarán recibió la orden de no contar con él, y solo jugó trece partidos. El último, el 6 de abril de 1980 en Orense (1-2). Luego, recibió la baja. Por aquel entonces, tenía una ficha de 550.000 pesetas (3.305 euros). Una vez retirado, tuvo un negocio de hostelería.
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