Mendilíbar: un jugador técnico y algo frío
José Luis Mendilíbar Etxebarria, conocido en el mundo del fútbol como Mendilíbar, fue un centrocampista de gran calidad técnica, pero “un poco triste en su juego”, según Delfín Álvarez, que jugó en el CD Logroñés tres temporadas (1982-1985) y formó parte de la plantilla del ascenso a Segunda División. “Como futbolista fui un membrillo”, reconoció en 2005, “y, por eso, me gustan los jugadores con carácter”.
Nació en Zaldívar (Vizcaya) el 14 de marzo de 1961 y se formó en la cantera del Athletic. Era considerado como una de las promesas del fútbol vizcaíno, pero no llegó a debutar con el primer equipo y fichó por el Logroñés. Aquí fue titular indiscutible las dos primeras temporadas, aunque enseguida se vio su punto débil. Era “un gran jugador”, según Pedro María Uribarri, pero solía tener “altibajos”. Era algo frío e irregular.
A veces parecía ‘apático’, en palabras de la prensa; otras, estaba ‘ordenando el juego y lanzando muy bien a sus compañeros’. “Es un hombre que juega con las dos piernas y que ve muy bien el fútbol”, destacaba Delfín Álvarez. “Parece triste, pero no lo es tanto, aunque, al ser introvertido, necesita cariño y apoyo”. En la última temporada, tras el ascenso, su rendimiento fue bajo y solo intervino en quince partidos.
En total, Mendi, como le llaman cariñosamente, disputó 116 encuentros con el Logroñés y marcó 16 goles, dejando la impresión de que jugaba, ‘como los intermitentes, a ratos’. Luego, tras pasar en el Sestao ocho temporadas, se retiró en el Lemona. En 1994, inició una larga trayectoria como entrenador y ha dirigido, entre otros, al Athletic, Osasuna, Eibar y Sevilla. Como entrenador, tiene carácter y es exigente.
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