Arandia: un pilar básico del Logroñés
Juan Arandia Uriarte, conocido en el mundo del fútbol como Arandia, fue un pilar básico del CD Logroñés en los años 60 y 70, cuando estuvo vinculado al club trece temporadas: cuatro como jugador (1962-1966), en una época de esplendor con el ascenso a Segunda División, y, luego, nueve como entrenador; siete de ellas del equipo juvenil (1967-1973 y 1978-1979) y dos del Promesas (1973-1975), formando a la cantera.
Nació en Basauri (Vizcaya) el 5 de junio de 1937 y comenzó jugando en el Firestone. Posteriormente, fue al Basauri BEA y, luego, dio el salto al Padura. Tras hacer el servicio militar en Sidi Ifni (Marruecos) y probar con Las Palmas de Primera, volvió a casa y fichó por el Izarra, antes de recibir la oferta del Logroñés. Aquí jugó 73 partidos y marcó cuatro goles. Fue el jugador más caro, con 250.000 pesetas (1.502,53 euros) de ficha.
Era un defensa central de gran planta (1,82 metros de altura) y bien dotado técnicamente, aunque algo duro de cintura, que sabía sacar el balón controlado y jugado. Tenía ‘una seguridad y una potencia de despeje francamente convincentes’, según la prensa. Tras el ascenso, jugó un año en Segunda y, después, fichó por el Calahorra, donde, a los 30 años, tuvo que colgar las botas por una doble lesión de menisco.
Nada más retirarse, comenzó a ejercer de entrenador de los juveniles del Logroñés y, más adelante, pasó al Promesas, estando en total nueve temporadas sacando jugadores. “Fue quien más me enseñó los valores del fútbol, el respeto, la camiseta, la responsabilidad…”, en palabras de Paco Sanz. También dirigió la selección riojana sub-17 (1994-1995). Hasta los 80 años jugaba a pala dos días por semana. Fue visitador médico.
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