Marcos: el ocaso de una estrella
Marcos Alonso Peña, conocido en el mundo del fútbol como Marcos, fue un excelente delantero que triunfó en el Club Atlético de Madrid y el FC Barcelona en los años 80, siendo internacional absoluto en veintidós ocasiones. En enero de 1990, a sus 31 años y cuando había disminuido su rendimiento, fichó por el CD Logroñés y aquí solo jugó ocho partidos. Fue el ocaso de una estrella, que ya había dejado de brillar y se apagó.
Nació en Santander el 1 de octubre de 1959. Era hijo de Marquitos, legendario jugador del Real Madrid CF que ganó cinco Copas de Europa, y padre del defensa del Barça del mismo nombre. Se formó en el Real Racing Club de Santander. A los 17 años, debutó en Primera División; a los 19, dio el salto al Atlético y, con 21, ya llegó a la selección y fichó por el Barcelona por 150 millones de pesetas (901.518,15 euros).
Con los azulgrana vivió sus mejores años y logró una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España y dos Copas de la Liga. Después, aún tuvo tiempo de volver al Atlético de Madrid a los 27 años, pero ya no ofreció su mejor fútbol por culpa de las lesiones. Entonces, por medio de Carrascosa y ‘cuando las cosas no andaban muy finas’, según la prensa, recaló aquí, ‘pero el equipo empezó a funcionar y no tuvo entrada’.
El 14 de enero de 1990, debutó con la idea de “ayudar en todo lo que pueda”, pero aquí solo marcó un gol. Era un extremo derecho con gran velocidad y desborde. En junio, Eguizábal le dio la baja y, al término de la temporada siguiente, colgó las botas en el Racing, tras el ascenso a Segunda. Fue entrenador y director de marketing deportivo de Puma en España, Italia y Portugal. Falleció el 9 de febrero de 2023, a los 63 años.
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