José Manuel Valentín Corcuera, conocido en el mundo del fútbol como Corcuera, fue una estrella precoz, que brilló en los años 60, llegando a ser internacional juvenil y aficionado, y a jugar en el Real Madrid con 20 años, antes de fichar por el CD Logroñés. Aquí estuvo siete temporadas (1967-1974), disputó 237 partidos y marcó doce goles. Era un excelente defensa central: fuerte y ‘siempre bregando mucho’, según la prensa.  

Nació en Logroño el 3 de diciembre de 1943 y era hijo de un militar riojano destinado en Madrid. Ahí fue descubierto en el colegio Virgen de la Paloma, junto a Manolo Velázquez, por ojeadores del Real Madrid. Se formó en la cantera blanca y dio sus primeros pasos en los juveniles y, luego, en el filial, siendo campeón de España de aficionados en 1964 e internacional con la selección juvenil (doce partidos) y amateur (siete).

Estuvo a la sombra de José Emilio Santamaría, se rompió los ligamentos y, con Miguel Muñoz en el banquillo, debutó en el Real Madrid en la Copa del Generalísimo el 10 de mayo de 1964. Fue cedido al Rayo Vallecano, con el que subió a Segunda División en 1965, y recaló en el Logroñés, de Tercera, en 1967, convirtiéndose pronto en una ‘figura’, según la prensa, y contribuyendo al ascenso de categoría de nuestro equipo en 1970.

Aquí permaneció hasta 1974, jugando tanto en la posición de central como en la de lateral derecho y, a veces, ‘como gran medio de ataque, estando en todas las partes del campo, lo mismo atacando que defendiendo’. Insignia de oro del Logroñés. Obtuvo el carnet de entrenador regional y, tras colgar las botas en el Calahorra en 1975, dirigió al Haro, al equipo rojillo y al San Marcial. Fue empleado de banca.