Luciano Casado Gato, conocido en el mundo del fútbol como Casado, fue un portero sobrio y muy seguro que jugó en el CD Logroñés en los años 80, siendo el menos goleado de Segunda División B en la Liga 1983-1984 y, en la siguiente, tras el ascenso a Segunda, el titular bajo los palos, pese a la dura competencia de Ochotorena. ‘Sin discusión, un gran portero en sus dos temporadas como blanquirrojo’, según la prensa.

Nació en Santiago de Compostela el 5 de noviembre de 1954 y empezó en el Ourense, donde estuvo hasta los 28 años. El Logroñés ya se interesó por él en 1980, siendo entrenador Fuertes, pero no lo fichó hasta 1983. “Es un portero seguro, que se equivoca pocas veces, y habrá pelea por el puesto”, presintió Delfín Álvarez, en alusión a la competencia que iba a tener en Rodolfo. “Eso demuestra que son dos grandes porteros”.

‘Siempre en su sitio, colocado y sin concesiones para la galería en forma de palomitas’, según la prensa, fue haciéndose con la titularidad poco a poco y contribuyó al ascenso a Segunda con solo 19 goles encajados en 29 partidos. En su segundo año, volvió a ganarse el puesto y tuvo ‘actuaciones sencillamente magníficas’, pero, de forma sorpresiva, le dieron la baja. “Se comete un garrafal error”, escribió Tomás Santos.

Aquí disputó 61 partidos y encajó 56 goles en las dos temporadas que estuvo (1983-1985), dejando la impresión de ser ‘un buen portero y una estupenda persona’. Luego, jugó en el Pontevedra, Córdoba, Sporting Celanova y Ribadavia, donde colgó los guantes a los 34 años. Es entrenador regional de fútbol y ha trabajado de celador en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense hasta su jubilación.